Ciertos lugares del mundo conservan una belleza única e indiscutible que atrae a viajeros de todo el mundo. Uno de ellos es el mar Báltico, donde las ciudades y la cultura se combinan para crear escenarios de ensueño.
Si al igual que nosotros sientes curiosidad por este destino, no puedes dejar escapar la oportunidad de conocer algunos de sus puertos más bonitos. Después de todo, llegar en crucero al Báltico es la opción más tentadora y conveniente de todas. ¿Te sumas a la travesía?
Cruceros por el mar Báltico
En SoloCruceros puedes encontrar las mejores opciones para viajar al mar Báltico . Entre las navieras destacan Costa Cruceros y Royal Caribbean con itinerarios perfectos para empaparse de la cultura europea más recóndita e impresionante. Rusia, Suecia y Dinamarca son tan solo algunos de los protagonistas en este destino que año tras año suma nuevos adeptos.
Los puertos más bonitos del mar Báltico
Resulta difícil elegir solo cinco puertos, porque en el mar Báltico todo merece atención y cada lugar tiene su atractivo diferencial.
Por eso, si tienes en mente viajar a este punto de Europa, hay puertos que no puedes dejar escapar y hoy te contamos cuáles son.
Puerto de Tallin
El puerto de Tallin es uno de los más populares y no es para menos con su enorme riqueza cultural. Entre los atractivos que ostenta destacan la catedral Alexander Nevski, la plaza del Ayuntamiento y la iglesia de San Olaf. A esto se suman un castillo y una muralla que te hacen viajar en el tiempo y sentir la gloria de épocas pasadas.
Puerto de Helsinki
Otro de los puertos más populares del Báltico es el de Helsinki, el cual está conectado a ciudades como San Petersburgo y Travemünde. En la visita a esta ciudad no pueden faltar la Catedral y la plaza del Senado, además de la fortaleza Suomenlinna. Con una arquitectura Art Nouveau, esta ciudad marítima enamora por sus bahías y calas que conservan intactas sus raíces históricas.
Puerto de Estocolmo
Este puerto es el más transitado del mar Báltico y su importancia a nivel económico y turístico es muy grande. Recorrer sus calles a pie sin rumbo fijo es el plan perfecto para conocerlo. Entre las visitas clásicas resalta el Palacio Real y el Ayuntamiento, además de las típicas plazas medievales. Es un destino perfecto para degustar la gastronomía báltica y llevarse algún recuerdo de sus numerosas tiendas.
Los rasgos propios de cada ciudad báltica hacen de este destino una opción sin igual. Anímate a conocer el mar Báltico, un lugar cargado de historia donde la belleza de siglos pasados se respira y se siente en cada rincón.