Europa es, sin duda, un destino excepcional referente a nivel mundial. Sus paisajes, tan ricos y variados, han conquistado los corazones de todo aquel que los ha visitado. Grandes ciudades, pueblitos encantadores y naturaleza salvaje, desde luego, al continente no le falta nada.
Pero el territorio es muy extenso y, por desgracia, haría falta una eternidad para descubrir cada rincón. Por este motivo, hacemos un resumen de las capitales que, sin excusa, debes ver en tu próximo crucero por Europa. ¿Quieres saber un dato curioso? Ninguna de ellas tiene puerto propio, ¡pero eso no nos frena! Todas ellas son accesibles por puertos cercanos.
Berlín: la ciudad que siempre se reinventa
Berlín es una de las ciudades más emblemáticas de Europa en la que es posible descubrir y disfrutar de numerosos puntos de interés cultural. Se puede acceder desde el puerto Warnemünde, en Rostock, que se encuentra a tres horas de la capital.
Además de poder contemplar el famoso Muro de Berlín y la Puerta de Brandeburgo, en la capital alemana puedes visitar el Museo de Pérgamo y la Catedral, el templo religioso más imponente de la ciudad. Su oferta cultural y gastronómica no te dejará indiferente.
París: la capital europea más romántica
París, la famosa ciudad del amor, es de parada obligatoria en tu itinerario. Puedes acceder a esta ciudad desde el puerto Le Havre, situado en el Canal de la Mancha, que se encuentra a tan solo dos horas de la capital francesa.
Conocer París mientras caminas por el Parque de Bercy y admiras el Sena te permite descubrir la perfecta combinación entre lo moderno y lo clásico. Otros lugares de interés que no te puedes perder son la catedral de Notre Dame y la Torre Eiffel.
Atenas: ciudad de dioses
Tan solo quince kilómetros separan el puerto “El Pireo” de la capital de Grecia, Atenas. Esta ciudad es capaz de conquistar a los viajeros a cualquier época del año. A bordo de un crucero, se convierte en el destino perfecto para disfrutar del mar y el sol.
La Acrópolis de Atenas es el vivo testimonio de la Antigüedad y una de las construcciones más importantes del mundo. El Partenón, el Museo Arqueológico Nacional y el Mercado Central hacen de esta ciudad el lugar perfecto para impregnarse de historia y cultura.
Roma: la ciudad eterna
La ciudad portuaria de Civitavecchia, a 80 kilómetros de Roma, es el punto de partida para llegar a la capital italiana. En ella puedes disfrutar de un ambiente acogedor donde las calles y los sitios históricos te trasladan a un tiempo remoto.
Al llegar a Roma podrás disfrutar de la exquisita gastronomía italiana y de algunos de sus atractivos más reconocidos como, la Dolce Vita, la Fontana de Trevi, el Coliseo y el Vaticano.
A bordo de un crucero podrás disfrutar no solo de estas ciudades, si no de la más exquisita gastronomía, de los mejores servicios y de una gran experiencia global. Y es que mezclar, por un lado, la calma de viajar por mar y, por otro, la emoción de visitar a las ciudades más vivas de Europa, da como resultado un viaje fascinante.