¿Te gustaría cruzar todo un océano en un viaje excepcional? Cuando escoges para tus vacaciones una travesía por el mar, las posibilidades son infinitas. No solo encuentras múltiples opciones de entretenimiento, sino que también descubres todo un mundo creado especialmente para que olvides cualquier obligación y solo tengas que limitarte a disfrutar.
Por eso, si quieres viajar en un barco cargado de historia y vivir una experiencia sin igual, la naviera Cunard es la mejor opción. Sinónimo de grandeza y modernidad, Cunard cuenta con la mayor sofisticación y atención en cada detalle.
En Cunard Line lo clásico y lo moderno combinan a la perfección y es así como, durante 168 años, no ha cesado en ofrecer un servicio de primer nivel. Entre sus barcos destaca, especialmente, el Queen Mary 2 y te invitamos a conocerlo en profundidad para que te sientas como un pasajero más.
Queen Mary 2: la reina de los mares
Construida en el año 2003 en un astillero francés, esta embarcación, que debe su nombre a la reina Isabel II, se impone por sus gigantes dimensiones. Con una longitud que supera a la Torre Eiffel, 41 metros de ancho y capacidad para 3090 pasajeros, el Queen Mary 2 se encuentra entre los barcos más grandes del mundo.
Entre sus peculiaridades cabe mencionar que el Queen Mary 2 es el único barco con un planetario a bordo. Además, su tamaño es tal que le impide cruzar el Canal de Panamá y hace que posea una chimenea corta para poder pasar por debajo de los puentes. ¡Un verdadero gigante marino!
Y esto no es todo, porque cuando se trata de números este barco no se anda con minucias. Cuenta con 5 piscinas, 37 ascensores, 14 bares y un total de 1310 camarotes, de los cuales 920 tienen vista al mar.
Una travesía única y especial
El Queen Mary 2 parte cada enero desde Southampton y cruza el Mediterráneo para dirigirse a Oriente Medio, Asia y Australia durante más de 100 días de viaje. Entre los puntos clave de su recorrido se encuentran Las Palmas, Dubái, Kuala Lumpur, Sídney y Ciudad del Cabo.
Cuando no está dando la vuelta al mundo, este transatlántico rinde homenaje a su nombre y cruza, cada semana, el Atlántico Norte para unir Southampton con Nueva York. Este viaje remonta a épocas pasadas donde la búsqueda de un nuevo sueño en tierras americanas alimentaba la esperanza de miles de personas.
Entretenimiento las 24 horas
En un barco de semejantes dimensiones lo que sobran son opciones para divertirse. Por eso, al viajar en el Queen Mary 2, no tendrás suficiente tiempo para probarlo todo. Desde tratamientos de spa, talleres de teatro y conferencias de ciencia hasta conciertos de música y salas de cine, cada actividad refleja el espíritu atento y servicial de la naviera.
En lo que a gastronomía se refiere hay platos para todos los gustos. Con el chef Jean-Marie Zimmermann, como asesor, es posible disfrutar tanto de almuerzos ingleses tradicionales como de chocolates y bombones que hacen la boca agua.
¡Anímate a cruzar los mares a bordo del Queen Mary 2 y sumérgete en el viaje más impresionante de tu vida!