Si tu crucero sale de la Habana, y quieres descubrir algunos de los mejores rincones de esta increíble ciudad, en Solocruceros queremos que aproveches tu paso por la capital Cubana y saques el máximo partido a su belleza.
La Habana tiene magia por sí sola, es una ciudad con un atractivo singular donde se respira un aire diferente. Los habaneros viven y proyectan su energía con una pasión increíble, por lo que si te encuentras en la ciudad, solo tienes que mirar a tu alrededor y te asombrarás de lo especial que llega a ser.
En tu primer día a la Habana, te recomendamos visitar la Habana Vieja. Su casco antiguo es una obra de arte de más de 4km donde la historia y la cultura están presentes en cada rincón. Museos, monumentos, catedrales… probablemente no tengas tiempo suficiente para visitarlos todos, pero te recomendamos que visites la Iglesia de San Francisco de Paula, el Convento y la Iglesia de San Francisco de Asís junto a la plaza del mismo nombre, la plaza de la Catedral, y no te olvides del Templete, lugar asociado a la fundación de la Habana y situado en la Plaza de Armas, una de las más importantes de la ciudad. Se dice que aquellos que han estado en la capital cubana, pero no han visitado el Templete, es como si no hubieran visto la ciudad.
Si no te apetece ver sitios tan turísticos, piérdete por las calles de la Habana Vieja y observa los coches, las paredes, los edificios… son increíbles por sí solos. Deja que el sonido de la música en directo y el espíritu cubano te cautiven. Además, puede que dentro de unos años, la ciudad haya cambiado completamente, por lo que te recomendamos que no pierdas el tiempo y aproveches para ir cuanto antes y ver su lado más auténtico.
También puedes ir a pasear por el Parque Central y visitar el Capitolio Nacional, muy recomendable. Más tarde, pásate por El Floridita, el famoso restaurante donde nació el Daiquiri, y tómate uno o los que te apetezcan. Recuerda que otro de los atractivos nocturnos de la ciudad son los cabarets, el Tropicana es uno de los más conocidos.
En tu segundo día puedes visitar Vedado, la parte más revolucionaria de La Habana. Ahí encontrarás la Plaza de la Revolución, con el memorial de Che Guevara y el monumento a José Martí. Pasea por las calles de la zona hasta llegar al Malecón, un paseo marítimo donde hay músicos, artistas, pescadores y filósofos que se inspiran con la brisa del Mar Caribe.
Si tienes tiempo suficiente, coge un ferry hacia la otra orilla, hacia las Fortalezas del Morro y la Cabaña, donde además de un Mausoleo de las batallas entre España e Inglaterra, podrás observar unas de las mejores vistas panorámicas de la Habana.
En este extremo de la ciudad, cada día a las nueve de la noche se celebra la ceremonia del cañonazo, un acto que te transportará a los tiempos de piratas y corsarios, donde actores disfrazados recrean el disparo de un cañón sobre el puerto. Es un espectáculo único que vale la pena ver.
Como veis, hay mucho que visitar en esta increíble ciudad. Y es que la Habana es así, una vez la visitas, nunca la olvidas. Te cala y no te deja ir.